Innovación

Disrupción tecnológica en empresas deportivas

El siguiente artículo ha sido elaborado por el gestor deportivo Adrián Sánchez Santana.

La creación de empresas deportivas en especial en España en este periodo se presenta como una idea envenenada y espinosa. En el sector deportivo todavía más, incluso antes de la crisis sanitaria por Covid-19, ya que aunque crecía año tras año parecía que todavía faltaba un poco para establecerse como una fuerte y próspera industria nacional.

Este artículo busca centrarse más en el efecto de las innovaciones tecnológicas disruptivas, como afectan al panorama actual obligando a las empresas a “renovar” o “morir” y como esto puede ser considerado más como una oportunidad que como una amenaza.

El progreso tecnológico va a un ritmo exponencial. En hardware, por ejemplo, la Ley de Moore vaticina que cada dos años se duplican las capacidades de un microprocesador, este ritmo puede ser extrapolable a la velocidad de innovación de otras tecnologías. No solo el vertiginoso número de cambios e innovaciones tecnológicas afecta al desempeño de las empresas y sus consumidores, sino también los efectos sociales que los involucran. La forma de consumir de muchas personas y no solo la de los jóvenes en especial ha cambiado y está dejando por obsoleto muchas disciplinas deportivas, o al menos la forma en las que se organizaban o retransmitían. La situación mundial a raíz de la COVID-19 ha servido como catalizador para acelerar esta transformación digital en algunos deportes, aunque la tendencia ya tenía precedente.

A las generaciones más jóvenes sobre todo les han acostumbrado a sobreexponer a estímulos rápidos, llamativos y sintetizados. Tienen mayor preferencia que otros segmentos de edad a consumir el deporte desde su PC, Tablet o Smartphone e incluso seguir varías disciplinas a la vez a través de plataformas, pudiendo pausar, ver resúmenes, reportajes bajo demanda. La forma de practicar el deporte también ha cambiado. Cada vez son más frecuentes los entrenamientos en casa previa compra del equipamiento necesaria, siguiendo las instrucciones y entrenamientos de preparadores físicos, tanto a través de plataforma genéricas como YouTube o Twitch, como de sitios web propios de estos profesionales. Los gimnasios, clubes y federaciones se están viendo obligados a innovar. En varios deportes sin ir más lejos se han formado colaboraciones entre streamers en auge que arrastran visualizaciones de jóvenes dándoles derecho para retransmitir y comentar partidos o torneos. Los gimnasios cada vez ofrecen instalaciones y tecnología más modernas para mantener “estimulados” a los ejercitantes el mayor número de estímulos posible y poder competir contra otros gimnasios o alternativas previamente mencionadas.

Estos son solo ejemplos a bote pronto listadas aquí, pero la premisa que este artículo quiere transmitir es que a la hora de crear una empresa deportiva o gestionar una existente hay que tener en cuenta que estos avances no solo han ocurrido estos últimos años y no se van a quedar estancados. Es una constante rueda de progreso a la que las empresas han de adaptarse siendo pioneras, o al menos lo suficientemente ágiles en la adaptación para poder mantenerse competitivas y no quedarse obsoletas. Una inversión de recursos humanos, financiero y de tiempo para estar al día con los servicios y tecnologías existente es en vano si no se está preparado para lo que venga mañana. En la dirección estratégico empresarial no se tiene que pensar una gran ola del presente que te permita estar bien posicionada y competitivo un par de meses o un año, sino en tener un sistema donde reconocer, analizar, aplicar todas las olas del futuro, y por qué no, crear alguna que otra.