Objetivo: Experiencia Inolvidable
La autora de este artículo es la gestora deportiva Anna Lumbroso.
Hoy en día, los eventos, que sean culturales, deportivos, corporativos o de cualquier otro tipo, no se limitan a ser solo una presentación de algo en frente del cliente; se han convertido en una suma de “micro-eventos” que tienen como eje principal el mismo participante. Ese último, pero, no se limita a ser un mero espectador, a consumir un servicio o a recibir informaciones pasivamente, EL es el verdadero protagonista y, al mismo tiempo, es también la motivación principal del éxito o del fracaso de un evento.
En un evento deportivo, por ejemplo, la mayoría de los fans o participantes a un evento, tienen altas expectativas y tener un Brand fuerte y coherente es solo uno de los pilares necesarios para construir una experiencia de la cual todos se acordarán. Otro aspecto muy importante a tener en cuenta para cualquier organizador o gestor, es conocer a fondo a los clientes target y los objetivos que estos tienen al participar a un evento como el que se está organizando. El organizador tiene que ser capaz de crear un ambiente en el cual los espectadores sean parte activa e integrante en la constitución de contenido y que ellos mismos contribuyan también en su difusión. Su participación es clave tanto por la creación de una relación cliente/marca, como por la creación del ambiente que caracteriza el evento en sí mismo.
La experiencia que queremos que el cliente viva, se compone primero del evento en sí al cual el cliente participa, que sea una carrera, un partido o una competición de vela. A esa base, pero, tenemos que añadir todos aquellos servicios alrededor que suben el nivel de la calidad de la experiencia. Por ejemplo, la posibilidad para un fan de encontrar a su deportista favorito, o un simple quiosco de bebidas, unos regalos… todo detalle que pueda crear un valor añadido. Todo eso con el fin de que el participante perciba la experiencia que está viviendo como única, hecha a medida para el mismo, y se sienta involucrado tanto a nivel físico, como emocional e intelectual…
Ellos quieren ser parte de lo que está pasando, tener un rol, aunque pequeño, les da una sensación de ser parte integrante. Si el organizador logra sorprender el participante y sobrepasar sus expectativas, el cliente se sentirá involucrado y como consecuencia se construirá una relación fuerte entre él y la marca detrás del evento.
En palabras recientes de Rafael Fernández Gómez (Rafa Fergom), promotor de eventos deportivos entre ellos la Crazy Race, cuando decidimos hacer eventos estamos decidiendo ponernos a servicio de los demás, somos un medio a través del cual la gente pueda vivir una experiencia inolvidable.
Crédito editorial imagen: Crazy Race España.