Turismo Activo: un océano azul de posibilidades frente al COVID-19
El presente artículo ha sido escrito por los gestores deportivos Aintzane Gorria, Antonio Martinez y Héctor Monfort.
La crisis que vivimos y vamos a continuar viviendo en los próximos años, a consecuencia del coronavirus nos obliga a buscar áreas de negocio innovadoras. Desde 2017 el auge del turismo activo es algo innegable dentro del panorama nacional de toda España. La comunidad valenciana, en concreto, es una de las comunidades autónomas pioneras en el sector y la cual mejor ha sabido gestionar sus recursos naturales. Todo esto es algo que se ha visto afectado de forma repentina por el coronavirus.
A pesar de que el turismo es uno de los sectores más afectados a causa de la pandemia (por no decir el que más), por sus restricciones de movimientos y la falta del turismo extranjero, el turismo activo en concreto no se ve tan afectado. Además, las recomendaciones de la OMS de realizar reuniones al aire libre, para dificultar la expansión, así como el cierre constante del sector de la hostelería y el del ocio nocturno, hacen del deporte una vía de escape y una alternativa segura, divertida, social y económica.
Según un artículo publicado en palco23 las bicicletas ganan terreno en Europa y se espera esta tendencia a la alta hasta llegar a triplicarse en 2030. Por ello, tal vez sería un buen momento para invertir en turismo activo, más enfocado a nivel nacional, que esté vinculado con el senderismo, rutas en bici, o alternativas similares. Las ventajas en los tiempos que corren como bien hemos dicho son infinitas: aire libre, socializar, coste económico bajo, poco riesgo de inversión, etc.
Además, este tipo de turismo e inversiones pueden ayudar a solventar otro de los grandes problemas de España: la llamada “España vaciada”. Estas empresas pueden atraer a turistas o excursionistas regionales a lugares de España desconocidos, dándolos a conocer y de este modo dando vida a estas zonas rurales y actividad económica. No solo eso, si no que podría ser una buena fuente de ingresos y de creación de empleo para estas zonas menos desarrolladas.
Reflexión final
Para concluir creemos que estos tiempos de crisis que estamos viviendo son también tiempos de oportunidades para la innovación y el desarrollo de empresas que puedan beneficiarse de la situación, entre ellas claro está, el turismo activo.