Invertir en I+D.
El siguiente artículo ha sido redactado por el gestor deportivo Javier Fernández Villalón.
Actualmente, la competencia existente en el mercado empresarial es tan voraz y fuerte, que muchas empresas aparecen y desaparecen de forma tan rápida que resulta inviable invertir en ellas, y terminan cerrando o en quiebra económica.
Entonces, una de las preguntas que muchas empresas pueden llegar a plantearse es si: ¿Invertir en Innovar, o invertir en ampliar?
Pues bien, es posible llegar a confundir estos términos ya que, en muchas ocasiones, cuando un negocio funciona, solamente se piensa en ampliar, es decir, crear otros espacios para comercializar aún más, y esto puede ser un error a corto plazo. Esta ampliación lo único que genera es aumentar el ratio de clientes, pero la “materia prima” sigue siendo igual de precaria que al comienzo.
En contra de esta inversión, se encuentra innovar, que no necesariamente implica en crear o generar nuevas empresas, o invertir en otros sectores. Puede innovarse en Investigación y Desarrollo, es decir, mejorar el servicio actual, haciéndolo de más calidad, más eficiente o más cómodo para los clientes. Incluso se puede invertir en planes de marketing, diseños web, planes de transporte, viabilidad económica,…
Pero, otra de las cuestiones que pueden surgir es si realmente es rentable o viable invertir en I+D. Pues bien, numerosos estudio sostienen la idea de que crear e innovar son sinónimo de crecimiento. Para obtener un espacio mercantil y dominarlo, hay que llegar los primeros, y esto implica invertir en el desarrollo de nuevas formas de negocio, eficiencia, abaratamiento de costes, reducción de tiempos de producción, …
Una de las fuertes inversiones que se debe producir es la segmentación de las responsabilidades dentro de la empresa, creando diferentes departamentos para las múltiples funciones que la empresa realice.
A día de hoy la inversión en marketing es fundamental, ya que es uno de los frentes diferenciadores a nivel mundial, y que permite llegar a un mayor número de personas tanto de la zona empresarial donde se desarrolle la actividad, como a nivel nacional o mundial. Por lo tanto, la inversión en un departamento de marketing y comunicación es básico para el desarrollo de la empresa.
También ayudaría la separación de directores de otras funciones como el departamento de I+D, departamento de calidad o incluso un departamento de Recursos Humanos.
Con estas mediadas lo que se consigue realmente es marcar una diferencia con la competencia que, a corto plazo, no será visible, pero que permitirá mantenerse en el tiempo como una empresa rentable y duradera en el tiempo.
Reflexión final
Hay que ser cauto y consciente del nivel empresarial en el que nos encontremos, ya que, una gran inversión en I+D, no siempre supone un aumento de ventas, o un mayor alcance a nivel usuarios. Hay que contextualizar la empresa, su nivel de producción, el sector al que se dedica, su ratio de alcance,… todo ello para saber cuándo, cómo, y en qué invertir el capital para aumentar la calidad del producto o servicio que se ofrece. De esta forma no irse de los objetivos empresariales y ser realista con las capacidades de la empresa.