Un nuevo modelo deportivo a debate
El 17 de febrero se cierra el plazo de enmiendas en el Congreso a la nueva ley del deporte, causando diferencias entre el modelo actual y la más que polémica actualización, la cual según entendidos puede llegar a situaciones de indefensión de clubes y deportistas.
La privatización del modelo y disciplina deportivo será un problema a corto plazo difícil de solucionar, dando de nuevo cabida a federaciones y ligas profesionales, las cuales regularán su propio sistema de infracciones, pero sin una intervención pública.
Esto da lugar a que situaciones que necesitan de una rápida resolución si hablamos del ámbito deportivo y los plazos con los que se cuenta entre el inicio y finalización de la temporada. Además de un coste económico, las sentencias se dictarán cuando el daño ya se haya causado y sea irreparable.
Para poner en contexto la absurdez normativa: si la ley estuviera en vigor el Betis no podría haber disputado en el Benito Villamarín dos partidos, teniendo que esperar la resolución del juez, la cual llegaría un año más tarde; todo por un cierre cautelar. El Betis se vería obligado a un cierre parcial y su daño no se compensaría una vez el juez le diera la razón.
La renovación de un modelo que funciona para dar más poder a federaciones vulnera la figura del TAD, debilitándolo y quitándole competencia. Contentar el modelo federativo para perjudicar a los deportistas no es el camino a seguir.
