La importancia de las finanzas corporativas en las entidades deportivas
El siguiente artículo ha sido redactado por el gestor deportivo Diego Sainz Arroyo.
En toda entidad deportiva o no deportiva, es necesario o por lo menos recomendable, contar con un plan estratégico y en este se encuentran las finanzas corporativas. Tener una base de nociones sobre este campo o contar con un especialista, puede suponer de gran ayuda a la hora de tomar decisiones importantes para el presente y futuro de la empresa.
Las finanzas corporativas tienen como principal objetivo aumentar el valor de la entidad, a través de las decisiones de inversiones, financiación y dividendo. Cuando hablamos de valor se entiende normalmente el dinero que percibe el accionista a lo largo de los años o la entidad si no posee ánimo de lucro. Al evaluar inversiones en el negocio hay que encontrar un equilibrio adecuado entre los subobjetivos de rentabilidad, riesgo y liquidez. Las inversiones tienen que asegurar que el rendimiento obtenido es superior al coste del dinero invertido por parte de la empresa, con un nivel de riesgo adecuado y garantizando la liquidez necesaria para atender los compromisos de pago.
Se puede aumentar el valor económico añadido (EVA) consiguiendo que los activos rindan más y/o mejorando la eficiencia de los activos actuales. Aumentando las inversiones en activos que rindan por encima del coste de la financiación, si las inversiones rinden más, se incrementará la riqueza generada. Bajando el coste de la financiación u optimizando la fiscalidad. Etc.
Respecto a la financiación, el objetivo es conseguir los recursos necesarios, al mínimo coste y con las mínimas contrapartidas como garantías, avales, etc. Para ello, una de las responsabilidades de las finanzas corporativas es diseñar y gestionar la estructura financiera óptima de la empresa. La elección entre fondos propios y deuda ha de hacerse teniendo en cuenta las diferentes ventajas e inconvenientes que tienen cada una de ellas en cada caso individual y concreto.
La política de dividendos más razonable depende de diversos factores que pueden variar según la situación y perspectivas de cada entidad y los socios.
Las finanzas corporativas están condicionadas por múltiples riesgos que deben gestionarse adecuadamente. El riesgo existe, pero la prevención también. Las finanzas corporativas están inmersas en múltiples riesgos y es fundamental que se gestionen adecuadamente para conseguir unos niveles de prevención que no pongan en peligro la empresa. Por ello, contar con el apoyo de un especialista en momentos concretos, hay que entenderlo como una inversión y no como un gasto.