20 años de Gestión Deportiva: Las Asociaciones Deportivas
Marcos Fernández Tárraga. Profesor Máster en Gestión de Empresas Deportivas de la UPV
EL VALOR DE LAS ASOCIACIONES DEPORTIVAS.
Si tuviéramos que describir con una sola palabra al ser humano, la palabra “cambiante” sin duda alguna estaría entre las definiciones más votadas, es algo incuestionable el que las personas cambiamos constantemente, y además lo hacemos a una velocidad vertiginosa, lo que hoy es tendencia, ayer apenas lo conocíamos y muy probablemente mañana quedará enterrado en el olvido.
Ante esto no somos una excepción, el deporte no solo no se salva, sino que es una de las prácticas del ser humano que más cambios ha sufrido durante los últimos años. El deporte es un medio de escape para nuestras rutinas diarias, y es por esto que al cambiar nuestras costumbres, nuestros trabajos y nuestras necesidades personales, necesariamente también debe cambiar la práctica deportiva asociada a nuestras vidas.
Pero si hay algo que con el paso del tiempo no ha cambiado en las personas, llegando a ser incluso una seña de identidad y supervivencia, y que además va muy estrechamente relacionado con la práctica deportiva, es la necesidad de buscar la protección y el apoyo en nuestros iguales a través de la creación y organización de grupos. El ser humano busca agruparse para conseguir objetivos comunes, para ser eficiente en sus quehaceres y necesidades diarias, para sobrevivir y para protegerse.
En este sentido y en relación a lo que nos atañe, que es el deporte, a lo largo de los años las personas han buscado crear organizaciones, agrupaciones, federaciones, equipos, y asociaciones, para poder gestionar de la mejor forma posible su práctica deportiva. Y es precisamente ésta última fórmula, la de la asociación deportiva, la que podría llegar a representar el ideal que entendemos por “grupo de personas practicando deporte”, ya que las asociaciones deportivas son entidades sin ánimo de lucro, formadas por personas que desarrollan una labor completamente altruista a través de trabajos voluntarios, por el simple hecho de disfrutar de la promoción de su deporte.
Si ya de por sí, el representar una entidad que se sustenta en unos pilares básicos de trabajo voluntario y altruista no fuera suficiente para darle valor a este tipo de agrupaciones, el concepto de “entidad sin ánimo de lucro” termina de rematar la faena, ya que estamos hablando que en las asociaciones deportivas, todo el beneficio económico obtenido en un ejercicio, va a revertirse nuevamente en el propio deporte, mejorando la calidad de los servicios prestados, materiales, infraestructuras y trabajadores.
Normalmente, asociación deportiva y competición federada suelen ir unidas de la mano, ya que la gran mayoría de estas entidades son clubes deportivos constituidos para competir a distintos niveles. Pero pese a esto, no dejan de hacer una labor social realmente encomiable, promocionando y mejorando su deporte en los distintos municipios.
En la Comunidad Valenciana durante las dos últimas décadas han proliferado muchísimas asociaciones deportivas, destinadas tanto al ámbito federativo competitivo como, sobre todo en los últimos años, al ámbito del deporte amateur, recreativo y deporte salud.
Este tipo de asociaciones suelen denominarse comúnmente “clubes de barrio”, ya que suelen ser grupos reducidos, de no más de 50-100 socios, con una actividad deportiva muy focalizada y con un sistema de gestión reducido. No obstante, en los últimos cinco años y debido a los cambios económicos y políticos del país, la gran mayoría de estas entidades se han visto obligados a desarrollar una serie de actuaciones y programas para mejorar sus asociaciones, no solo en el ámbito deportivo, sino también en los planos fiscales, contables, organizativos y sobre todo, laborales.
En el presente artículo, mostraremos una visión del impacto que las asociaciones deportivas han tenido a lo largo de los últimos 20 años en nuestra sociedad, en todos los niveles competitivos y etapas poblacionales, desde el deporte base hasta la tercera edad. También veremos la evolución, los cambios y las sinergias que se han ido estableciendo entre la administración pública y los clubes deportivos, y finalizaremos
con un punto y seguido sobre las nuevas fórmulas de gestión participada que están comenzando a funcionar en nuestra comunidad.
LAS ASOCIACIONES DEPORTIVAS COMO FACTOR DETERMINANTE EN LA SOCIEDAD.El impacto de las asociaciones deportivas a lo largo de los años en nuestra sociedad es incuestionable, lógicamente está muy estrechamente relacionado con el aumento de crecimiento de la práctica deportiva, y tal y como hemos dicho antes, las personas tendemos a buscar grupos en los que nuestras necesidades y expectativas puedan encajar con ellos.
Hoy en día, si tomásemos como ejemplo un pueblo de capacidad poblacional media de nuestra comunidad, sería difícil encontrar a personas que no tuviesen algún tipo de relación directa o indirecta con alguna asociación de su municipio, y en especial, con las asociaciones deportivas. Competiciones, torneos, eventos, actividades lúdicas, grupos de entrenamiento, grupos de esparcimiento, y un largo etcétera de proyectos asociativos deportivos nos rodean en nuestro día a día, inundan las zonas publicitarias de mayor impacto de promoción y nos llegan constantemente a través de las redes sociales.
a.- Las asociaciones deportivas en los distintos niveles poblacionales.Actualmente el deporte es practicado por todos los grupos poblacionales, desde los niños y niñas de temprana edad que practican deporte en pabellones y colegios con un factor educativo predominante, hasta la tercera edad y su cada vez mayor creciente práctica orientada a la salud, sin olvidarnos del paso por la adolescencia, juventud y la etapa adulta, donde podemos encontrar todos los tipos de práctica deportiva: salud, recreación, rendimiento y ocio.
Una parte importante de la culpa que todos estos grupos de población practiquen deporte, recae en las asociaciones deportivas. Al existir tal variedad de clubes deportivos con tantos objetivos deportivos diferentes, es complicado no encontrar una de ellas que puedan encajar con tus necesidades.
En el deporte base, cada vez son más las asociaciones deportivas que han entendido que los niños y niñas son el pilar fundamental de nuestro deporte y en general de nuestra sociedad, que son nuestro presente y futuro y que tenemos que pensar en ellos y en el legado que les debemos dejar. Durante la última década muchos clubes deportivos han dejado de centrarse únicamente en sus categorías sénior o de rendimiento para dar apoyo a la base, una tarea que en las décadas de los 80 e incluso 90, estaba muy estrechamente relacionada con la administración pública, la cual las asociaciones solían dejar de lado. Además, cada vez son más las asociaciones de otra índole, como entidades juveniles o sobre todo AMPAs (asociaciones de madres y padres de alumnos), las que están queriendo promocionar el deporte entre sus niños y niñas, y los clubes están comenzando a responder, proporcionando recursos materiales, humanos, y sobre todo proporcionando una experiencia a lo largo de los años de valor incalculable, cada vez son más los municipios donde están comenzando a haber sinergias entre clubes deportivos y AMPAs, algo impensable hace apenas 20 años.
Una vez pasada la etapa infantil, los adolescentes, jóvenes y adultos (muchos de ellos padres y madres de los niños y jóvenes practicantes de deportes) también encuentran muchas asociaciones deportivas en las que poder integrarse y disfrutar de su deporte o deportes preferidos. Todavía la gran mayoría representan clubes deportivos de competición federada, pero cada vez más, y con la creciente práctica de deportes como el fenómeno del running, montañismo o triatlón por ejemplo, estamos comenzando a ver en nuestra comunidad, muchas asociaciones en las que predomina un componente social, recreativo y de deporte-salud, dejando un poco más de lado los resultados competitivos.
Es en la última etapa, la de la tercera edad, donde quizás las asociaciones deportivas no tengan un impacto tan fuerte como en el resto, debido posiblemente al trabajo que las propias administraciones están haciendo para desarrollar planes de mantenimiento de la salud, natación, spa y otras actividades similares para nuestros mayores. Pese a esto, y como acabamos de indicar, con la creciente creación de clubes deportivos sociales, de ocio y salud, son cada vez más las personas que con más de 65 años están
practicando deporte en las asociaciones deportivas. Además, en los últimos 20 años, muchos de los adultos-sénior que han estado viendo como sus asociaciones evolucionaban, e incluso participaban ellos mismos activamente en su gestión, han decidido pasar el relevo a nuevas generaciones pero siguen vinculados a su club “de toda la vida”.
b.- Las asociaciones deportivas y la mujer.Aunque si bien es cierto que la práctica deportiva federada es un campo frecuentado mayormente por hombres (solo el 20% de las licencias son mujeres en nuestra comunidad, véase el capítulo “El deporte y la mujer”), sí podemos afirmar que la participación activa de las mujeres en los últimos 10 años en las asociaciones deportivas ha crecido, principalmente gracias a la creación de las nuevas asociaciones orientadas a la salud y el deporte recreación.
Pero pese a que las mujeres participantes en clubes estén creciendo y vayamos por el buen camino, hay una nota negativa en todo esto, ya que la participación de las mujeres en las juntas directivas y órganos de representación y gestión de las asociaciones todavía es meramente anecdótico. Esto es una asignatura pendiente y a tener muy en cuenta, y que entendemos que su crecimiento debe ir en consonancia con el crecimiento de la representación deportiva de la mujer en las asociaciones.
LA PROFESIONALIZACIÓN DE LAS ASOCIACIONES DEPORTIVASMuchas veces se suele confundir la definición de entidad sin ánimo de lucro, entendiendo por ello que la asociación debe realizar su labor de forma gratuita, o al menos, no obtener ningún beneficio por ella, y esto no es cierto. El significado real nos dice que los recursos que obtengamos de la gestión de nuestras actividades, proyectos y servicios, deben revertirse nuevamente en nuestra actividad, pero en ningún momento entendemos que la actividad no pueda tener beneficios, es más, es muy recomendable que la asociación deportiva sea competente, profesional y capaz de tener beneficios en sus cuentas anuales, para poder presentar un estado de solvencia y liquidez adecuados en caso de que exista la necesidad de realizar alguna inversión más fuerte.
Debido al precedente histórico, no vemos a las asociaciones deportivas capaces de poder desarrollar una labor profesional, equiparándose al nivel de la empresa privada en cuanto a calidad de desarrollo de los proyectos, y en muchos casos desconocemos la realidad de las obligaciones que los clubes deportivos tienen que afrontar, que además son obligaciones que no vienen marcadas e impuestas de los últimos años, son obligaciones que se han ido aplicando con las distintas leyes desde hace muchos años. Lo que sí es cierto, es que no ha sido hasta los últimos 10 años aproximadamente, con los cambios políticos y económicos que hemos sufrido en el país, que las administraciones públicas de gestión y recaudación han comenzado a controlar y desarrollar planes para que las asociaciones cumplan con sus obligaciones. En resumen, las asociaciones deportivas siempre han debido de cumplir con todas sus obligaciones, pero no es hasta los últimos años, cuando se ha comenzado a concienciar de la obligación real de cumplirlas y a controlar que el cumplimiento se lleve a cabo.
a.- Obligaciones fiscales y contables.En nuestras vidas, estamos acostumbrados a pagar nuestros impuestos, realizar las declaraciones personales necesarias y en definitiva cumplir con la ley establecida, y esto debemos extrapolarlo a las asociaciones deportivas.
Los clubes deportivos deben conocer los criterios fiscales por los que se rigen y aplicarlos, y ya hemos podido observar como cada vez son más las asociaciones que realizan la declaración del Impuesto de Sociedades, IVA, IRPF y operaciones con terceras personas. A lo largo sobre todo de los últimos 3-5 años se han multiplicado el número de requerimientos por parte de la administración para que se cumpla con la ley, y aunque todavía no existe un control estricto dado que se conoce la situación de la que las asociaciones parten, sí se pretende que en los próximos años todos los clubes sean conscientes de estas obligaciones y que las tengan en cuenta dentro de su planificación.
En lo que respecta a lo contable, por regla general, la figura del tesorero de una asociación es complicada de cubrir ya que no suelen haber muchos candidatos que quieran desarrollar su tiempo libre en estos quehaceres. Esto ha llevado en muchos
casos a que las asociaciones tengan un control nulo o casi inexistente de sus cuentas anuales, imposibilitando ser eficientes en su gestión y en poder transmitir a sus socios la realidad de su club en un momento puntual o a lo largo de los años. Libros de movimientos económicos, cuentas de resultados, balance de situación, memoria económica, libros de inventario y donaciones, son algunas de las obligaciones que cada vez más clubes están comenzando a poner al día en su gestión.
b.- Obligaciones laborales.Si hay un aspecto dentro de las obligaciones de las asociaciones deportivas al que se le esté prestando especial interés en los últimos años, tanto por parte de las propias entidades como por parte de la administración, es el de las obligaciones laborales.
Históricamente, el monitor del club era el padre que tenía un rato libre para dedicarlo al entrenamiento, o el chaval de 16 o 17 años que le venía bien ganar un dinero para pasar el fin de semana. Actualmente esto ha sufrido un gran cambio, el profesional del sector deportivo viene reivindicándose ya desde hace años para que se tenga en cuenta su experiencia, su formación y su capacidad para desarrollar una labor física, mental y educativa en los grupos que entrena, sean niños o adultos. Esto se traduce en un mayor coste para el club, no solo porque deben pagar al técnico acorde a su capacidad, sino porque deben contratarlo y asumir todos los costes laborales de dicha contratación.
Esta obligación laboral ha sido positiva, dado que ha permitido al profesional de la actividad física poner su trabajo y formación en valor, y ha obligado a los clubes deportivos a transmitir a sus deportistas y socios que se debe afrontar ese gasto extra de contratación porque quién está a cargo del equipo y la organización es gente preparada y formada, concienciando a la sociedad de la importancia de desarrollar las actividades deportivas mediante profesionales cualificados.
c.- Otras obligaciones.Con todos estos cambios, también hemos podido vivir a lo largo de estos años otra serie de obligaciones directas para las asociaciones que están ayudando a conseguir
que su trabajo sea cada vez más eficiente: Contrataciones de seguros de accidentes y responsabilidad civil, cumplimiento con la ley orgánica de protección de datos, cumplimiento de las leyes de transparencia y de voluntario, son entre otras, obligaciones presentes actualmente en las asociaciones deportivas.
d.- En resumen, nos toca profesionalizar el sector.Ante la creciente necesidad de cumplir con todas estas obligaciones, y además poder ser funcionales en el plano deportivo de nuestras asociaciones deportivas, resulta lógico pensar que una junta directiva, de gente con mucha voluntad pero normalmente poca preparación específica, necesita de un apoyo profesional para poder cumplir con todas las exigencias.
Para ello, se hace necesaria la figura del “gestor deportivo”, un profesional preparado y cualificado que sepa abordar todos los temas fiscales, laborales, contables, organizativos, procedimentales, y que además pueda liderar el grupo de trabajo de entrenadores, monitores y técnicos de la asociación deportiva, sirviendo de nexo de unión entre deportistas, trabajadores y miembros directivos.
Resulta complicado pensar en que cada asociación deportiva pueda contar con la figura de un gestor deportivo, dejando esto para los grandes clubes de competición, es por esto que están comenzando a nacer unas nuevas fórmulas de gestión asociativa basadas en la agrupación de distintos clubes deportivos, aunando sus esfuerzos económicos y organizativos y contratando un único director deportivo.
CORRESPONSABILIDAD SOCIAL CON LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.El papel de la administración pública desde siempre ha sido muy importante en el devenir de las asociaciones deportivas, y en concreto los ayuntamientos han sido el órgano competente que más ha apoyado estas iniciativas, lógicamente es dónde nace cada asociación y dónde mejor se regula, en su propio municipio.
Los ayuntamientos colaboran activamente con las asociaciones deportivas, principalmente con ayudas materiales y económicas, pero también promocionando sus actividades y ofreciéndoles el apoyo necesario para su correcta gestión.
Con respecto a las ayudas económicas, normalmente otorgadas mediante subvenciones o convenios de prestación de servicios, y con la llegada de la profesionalización de las asociaciones deportivas, está poco a poco desapareciendo la idea de tener que gestionar el presupuesto en base a la ayuda del ayuntamiento. Hace 20 años, los clubes organizaban sus proyectos en base a la ayuda que iban a recibir, hoy en día en muchos casos, incluso se intenta ser solvente sin contar con la subvención que el propio ayuntamiento pueda darle a la asociación. Al final, las subvenciones deben ser una ayuda, pero nunca deben cubrir la parte principal del gasto del club deportivo, ya que si un día desaparece la ayuda, desaparecería el propio club. Debemos tener en cuenta que nuestro principal foco de ingresos deben ser las cuotas de socios y las cuotas de nuestros servicios a deportistas, y apoyar el presupuesto completándolo con patrocinios, colaboraciones y subvenciones.
En el mismo sentido, las subvenciones han sufrido una evolución tremenda en estos escasos 20 años. En muchos casos hemos pasado de recibir subvenciones nominativas, donde literalmente, el político decidía de forma totalmente subjetiva qué importe se destinaba a cada entidad, con la carga política que esto representa, a subvenciones baremadas, objetivas y en la mayoría de los casos, reguladas por una concurrencia competitiva. Todavía quedan algunos ayuntamientos, sobre todo en pueblos pequeños sin la figura de un director de deportes municipal, que continúan trabajando con subvenciones nominativas, pero cada vez son más los ayuntamientos con las subvenciones baremadas, que han conseguido generar una mayor equidad a la hora del reparto del dinero público para las asociaciones, fortaleciendo con sus criterios objetivos a aquellas entidades que realizan una buena gestión de sus recursos.
Normalmente le damos una gran importancia a las ayudas económicas que los ayuntamientos u otras instituciones conceden a las asociaciones deportivas, pero donde realmente radica la ayuda potencial de la administración es en la cesión de instalaciones deportivas. El hecho de que en estos 20 años, en la mayoría de
ayuntamientos se haya conseguido que cedan sin ningún coste para las asociaciones sus instalaciones, supone un ahorro enorme para éstas, al poder desarrollar su práctica deportiva sin tener en cuenta el enorme coste de la administración en personal, limpieza, energía, mantenimiento y edificación que ello supone. Sin duda alguna, el apoyo principal de los ayuntamientos a la práctica del deporte asociativo se centra en la cesión de instalaciones municipales.
Ya en los años 90 e incluso antes, algunos ayuntamientos pioneros, como son el caso de La Eliana o Quart de Poblet, comenzaron a integrar a las asociaciones deportivas en sus proyectos de gestión y en la toma de decisiones. Una parte muy importante de la práctica deportiva en el municipio venía organizándose por estas entidades, que a su vez estaban formadas por los propios ciudadanos del pueblo o ciudad, por lo que no era descabellado pensar, que estas asociaciones deportivas debían formar parte activa de las políticas deportivas del municipio. Hoy en día, y tras casi 30 años, muchos ayuntamientos cuentan con órganos no oficiales formados por la concejalía de deportes y los clubes deportivos, que son los responsables de una parte importante de la toma de decisiones con respecto a las políticas aplicables al deporte de su municipio.
En definitiva, la administración pública ha jugado y juega un papel muy importante para el desarrollo de las asociaciones deportivas, y además, entendemos que ambas partes cumplen con el mismo objetivo común, que no es otro sino el de mejorar el bienestar de sus ciudadanos y hacer llegar la práctica deportiva a todo aquel que quiera acceder a ella, y además de una forma eficiente y profesional. Así pues, podemos y debemos concluir, en que Ayuntamiento y asociaciones deportivas deben ser corresponsables de las políticas deportivas del municipio.
UNA MIRADA AL FUTURO: NUEVAS FÓRMULAS DE GESTIÓN PARTICIPADAYa para concluir, solamente cerrar esta etapa de los últimos 20 años de las asociaciones deportivas con una mirada al futuro, qué nos deparan estos próximos 20 y años y hacia dónde deberíamos conducir a las asociaciones.
Y para cerrar el círculo, no podríamos terminar sin decir que sigue existiendo una necesidad latente por parte de las personas de agruparse, en este sentido las
asociaciones deportivas quieren y deben aunar esfuerzos para, de forma conjunta, trabajar por el deporte y su promoción.
Hemos visto que es necesario aplicar políticas de profesionalización de los servicios deportivos, debemos permitir que las directivas hagan su trabajo, que no es otro que el de poder sentarse a reflexionar para poder conducir a sus entidades hacia el objetivo marcado, y para ello deben apoyarse en la figura del gestor deportivo, que pueda cubrir las obligaciones de las asociaciones y desarrollar planificaciones estratégicas para cumplir los objetivos marcados por las juntas directivas.
En este sentido, ya están comenzando a crearse asociaciones que aglutinan a todos los clubes deportivos de un municipio, con el objetivo de mejorar la calidad individual de los mismos y llegar hasta donde por sí solos no podrían hacerlo. Son entidades con un potencial muy alto y una profesionalización a la altura de poder organizar y gestionar proyectos e instalaciones de gran calibre.
El dicho popular nos dice que la unión hace la fuerza, y en este sentido no podemos estar más de acuerdo, el futuro de las asociaciones deportivas debe pasar por un apoyo mutuo y un trabajo conjunto, remando todos en la misma dirección, y así poder olvidarnos del “yo”, y comenzar a hablar del “nosotros”.
SOBRE MARCOS FERNÁNDEZ:
- Profesor Máster Gestión Deportiva Empresarial – Universidad Politécnica de Valencia
- Vicepresidente Asoc. Gestores Deportivos de la C.Valenciana -GEPACV