Legislación

Violencia en el fútbol base

El siguiente artículo de opinión ha sido redactado por la gestora deportiva Carla Benedicto Zamora.

El fútbol, también conocido como balompié o soccer, es uno de los deportes más populares a nivel mundial, considerado el deporte rey entre la sociedad española.

Hoy en día, noticias de prensa, televisión y radio abren sus reportajes hablando diariamente de altercados y violencia en el fútbol. Pero dicha violencia mayoritariamente es fuera de los estadios, por parte de los grupos de aficionados, que generan auténticas batallas de violencia simbólica (gestos, cánticos, pancartas…).

La violencia de este deporte se origina dentro de la propia sociedad y su
comportamiento, ya que, desde edades tempranas, donde es fundamental educar desde el respeto e inculcar valores, surgen situaciones de violencia por parte de familiares y espectadores.

Debemos saber que como en cualquier otro deporte, en edades tempranas hay que trabajar el saber tratar las emociones del odio y frustración, frenando la agresividad y aceptando la derrota como parte del deporte.

Pero luego aparecen titulares como “Agresión a un árbitro de 20 años tras un partido de alevines en Cádiz” o “El público de
un partido de fútbol juvenil en Madrid insulta a una árbitra al grito de <>”. Ambos titulares en partidos de jugadores menores de edad, ambos titulares
publicados en los últimos dos meses.

Un aspecto fundamental es prevenir los futuros problemas de violencia en este deporte base, y para ello se deben sentar unas bases sobre principios éticos y de conducta, pero ¿los clubs de hoy en día toman las medidas necesarias para erradicar este tipo de comportamientos?

Según la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la tolerancia en el deporte, en el artículo 7 se dice que cualquier incumplimiento de dichas obligaciones (faltas de respeto, insultos, agresiones, etc.) pueden suponer la expulsión del recinto deportivo. Pero bajo mi punto de vista y mi experiencia, no he visto ningún club de fútbol que frene estos comportamientos, solo cuando ocurre algún suceso
más grave, es cuando todos se “solidarizan” y manifiestan su tolerancia cero, pero ¿y durante el resto del año?

No debe caber duda alguna que la agresividad y violencia dentro del mundo del deporte se pueden erradicar si todos ponemos de nuestra parte (clubes, entrenadores, deportistas, medios de comunicación, padres, instituciones, etc.) Debemos condenar siempre este tipo de actitudes y conductas negativas, implantar medidas, concienciar a las familias. A pesar de ser producto de una minoría, como es el fútbol base, generan un gran
daño a la sociedad y en el verdadero significado y espíritu que el deporte nos enseña desde hace años.

Desde una óptica amplia, se debe trabajar la concienciación ciudadana, tanto de adultos como de niños y jóvenes, quienes ocuparán en un futuro las gradas de los estadios de fútbol.

Por lo tanto, la lucha contra la violencia en el deporte no es solo responsabilidad de los Cuerpos de Seguridad y Autoridades pertinentes, sino que es responsabilidad de la
sociedad en su conjunto.