El valor de las personas en el nuevo mercado laboral post COVID-19
El siguiente artículo de opinión ha sido elaborado por el gestor deportivo Vincenzo Granato.
¿Cómo está cambiando el mundo laboral, y como cambiará este, después de esta crisis sin precedentes?
El COVID-19 ha conllevado respuesta directa por parte del mercado laboral moderno. Ha puesto de manifiesto algúnos de los puntos débiles que afronta este en nuestro mundo globalizado.
La crisis económica generada ante la respuesta de los países frente al coronavirus (cierre de fronteras, paralización de actividades no esenciales, confinamiento de la población, …) ha generado la quiebra de diversos negocios que estaban ya al filo del abismo y a otros a tener que encontrar nuevas maneras de resultar rentables para salvarse. En este sentido, tener una ventana abierta hacía el mundo digital y transformar la manera de trabajar y de relacionarse en los equipos de trabajo (teletrabajo). Este tipo de medidas afecta todos a los sectores y también el mundo del deporte, que como estamos viendo ha tenido que cancelar y aplazar sus eventos, así como realizar reajustes salariales en sus organizaciones llegando incluso a bajar el salario de muchos de sus deportistas profesionales.
DESARROLLO
La pandemia generada por el COVID-19 y los efectos de esta muestran al mundo su incapacidad de haber gestionado una globalización tan rápida, que no ha estado controlada y acompañada de una manera innovadora de trabajar y gestionar los empleados. Hoy en día se habla de smart working, pero esto no significa trabajar desde casa sino trabajo inteligente. Representa trabajar por objetivos y cambia el significado de trabajo, que se convierte en algo que deportivamente hablando llamamos prestación, o sea
rendimiento, lo que importa en el futuro de gestionar una empresa no es el tiempo que las personas trabajan sino los resultados que generan en la empresa en la que trabajan. Constituye un ritmo laboral , significa saber bien el objetivo común y significa gestionar propio trabajo responsablemente fijando el objetivo entre la fecha que tenemos que alcanzarlo.
Los principiosd del smart working se pueden llevar a la práctica sólo si los gerentes / supervisores de las empresas presentan capacidad de liderazgo, mediante inteligencia emocional quizá la más significativa de las habilidades humanas. La capacidad de entender las emociones de los otros, la capacidad de ayudar y mostrar un sentimiento compartido de colaboración, y saber motivar al equipo de trabajo. En el sector deportivo, es importante saber transmitir mensajes relacionados con el trabajo a nuestros compañeros de equipo, y ser capaces de ofrecer información a las personas. El momento actual nos exige proponer alternativas diferentes que permitan una practica deportiva segura con todas las precauciones requeridas y manteniendo la distancia social. Una gran parte de los procesos, de manera temporal, sera necesario transformar en tareas de trabajo remoto, implementando técnicas de teletrabajo, bases de datos digitales y enfatizar a los trabajadores el uso de estas herramientas. El sector deportivo en España constituye una parte del producto interior bruto (PIB). Por tanto, cabe buscar una solución que permita reducir el impacto sobre la industria deportiva a nivel de usuario deportista, a nivel de los deportistas de élite que requieren un entrenamiento y en ambos casos tomar las medidas de higiene, sanidad y seguridad requeridas para asegurar la comodidad de todos ellos.
La colaboración entre trabajadores representa ahora un papel primordial, muy importante, y esta debe surgir y transmitirse a través de medios online y basarse en situaciones de smart working.
CONCLUSIÓN
El deporte tiene que adaptarse al contexto de alarma sanitaria que vivimos, en estos momentos, porque el deporte genera pasión, intercambios económicos, emociones y por el momento queda en un segundo plano debido a que aunque el deporte regresará, las tecnologías tienen que ayudarnos a mantener, al principio, una distancia social prudencial, incluso si esto supone no poder celebrar acontecimientos deportivos con público. Debemos buscar nuevas vías para la difusión y realización de diferentes prácticas deportivas y competiciones con respeto a la sensibilidad tanto de deportistas amateur como de deportistas de élite. Es importante también considerar esta situación que vive el deporte como un momento de plantearse nuevas metas hacía una mayor sostenibilidad, una mayor capacidad de respuesta higiénico-sanitaria y una mayor cercanía con las necesidades e inquietudes del usuario final. Aquello que no se comunica no se ve y debemos ser capaces de visibilizar que el deporte no solo es un motor económico, es y ha de seguir siendo también un motor del cambio.