Gestión

La importancia de la satisfacción del cliente en la gestión deportiva

El autor de este artículo es el gestor deportivo Alberto Martín González.

Es notable el cambio radical en los hábitos de la sociedad en los últimos años donde en los últimos años, la práctica del fenómeno deportivo se ha ido incrementando y ha ido ganando importancia en el día a día con el objetivo de buscar una mejora en la calidad de vida de las personas.

Todos estos cambios, han conducido a una serie de cambios en la forma en la que se percibe la práctica deportiva, que ha conducido tanto de forma directa como indirecta a la forma en la que se gestiona el deporte en un ámbito más empresarial.

En un mercado tan saturado, en la que continuamente se busca la mejor forma de la concepción de la gestión del deporte, la forma en la que se dirige y se organiza; todo ello, bajo la influencia de conseguir la excelencia y calidad para conseguir adecuarse a los cambios cada vez más constantes en el ámbito de la gestión de servicios y de instalaciones deportivas. Y todo ello, buscando como principal objetivo la consecución de la calidad para así alcanzar la satisfacción de los diferentes usuarios a través de los servicios proporcionados por las propias entidades deportivas. En lo referente a los servicios de ámbitos deportivos la calidad se puede cuantificar en términos de la satisfacción de los clientes, lo cual puede llegar a conducir en un incremento de las ventas y de fidelización.

Básicamente, se trata de conseguir cambiar la orientación de la perspectiva del modelo de negocio en el que se ha de invertir el punto de vista del modelo de negocio y comenzar a verla desde la del cliente en vez de la del gestor deportivo.

Es primordial entender que los clientesson el principal objetivo de la organización y este es el principal proveedor. Siempre se debe trabajar para buscar la mayor satisfacción de este, cubrir la mayor parte de sus necesidades posibles; y es por eso, que siempre se debe de establecer una metodología de trabajo de mejora basado en la escucha activa de este, ya que a través del conocimiento de sus peticiones y opiniones se pueden llegar a alcanzar los niveles de exigencia que estos buscan.

Es bien sabido, que un cliente satisfecho con la organización es un cliente feliz, y por lo tanto es un cliente que siempre optará por la fidelización y por lo tanto esto podrá garantizar el buen funcionamiento de las instalaciones. Es primordial, para cualquier empresa, conseguir clientes felices, y se debe realizar en base a una serie de acciones que no están basadas únicamente en los resultados obtenidos en las encuestas de satisfacción, si no con la continua mejora de los servicios, la escucha activa y siempre buscando una calidad definida.

Bajo mi punto de vista, como futuro gestor deportivo, siempre se deberá priorizar la obtención de un ambiente agradable y contar con un personal motivado, al que hay que estar continuamente mimando, estableciendo estrategias de employer branding, es decir, conseguir que nuestro empleado se convierta en el mejor embajador de marca posible.

Para empezar, debemos intentar siempre conseguir diferenciarnos del resto de las organizaciones deportivas de la competencia, esto es, obtener un valor añadido, ya que, si obtenemos esto, conseguimos posicionarnos por encima de los competidores, podremos atraer a un mayor número de clientes.

Y, por otro lado, también es importante tener en cuenta la personalización, con el objetivo de generar una relación bidireccional entre la empresa y el cliente, sobre una base cimentada de conocimiento previo con anticipación para conocer los gustos y preferencias en aras de la generación de una mejor conexión emocional, eliminando así la imagen de la mayoría de las clientes de ser tomados como simple cifras a considerarse por decirlo de alguna forma, como un miembro más de la familia.

En conclusión, si conseguimos el establecimiento de programas y estrategias en nuestra organización, en la que se priorice el cliente como uno de los principales objetivos de la empresa, lograremos que este se sienta parte de nosotros, y esto conducirá a la fidelización de este, que se revertirá en una mayor satisfacción de los clientes y en un incremento de los beneficios y de la mejora de la imagen corporativa tanto a nivel externo como a nivel interno