Introducción a la gestión de la seguridad de un evento
El siguiente artículo ha sido redactado por la gestora deportiva Anna Lumbroso.
Como menciona Fernández (2013), “el deporte es una actividad humana que interesa mucho a la ciudadanía y tiene un gran poder de convocatoria, llega a todo el mundo, independientemente de la edad o el origen social”.
Los eventos deportivos atraen un público muy numeroso y al mismo tiempo muy variado, de hecho, no todo el mundo se presenta en las instalaciones deportivas con el mismo objetivo.
La mayoría de las personas que asiste en directo a los eventos deportivos quieren ver a sus ídolos en acción, asistir a un espectáculo; algunos fans asisten viéndolo por televisión o escuchándolo por radio, otros acudan directamente a las instalaciones para verlo en persona y ser presentes a sostener su equipo. En ese último caso la organización tiene que en cuenta otro aspecto muy importante: la seguridad tanto de las personas como de los bienes que se utilizan para dicho evento.
Cada aspecto de la organización de un evento está relacionado con el otro, marketing, ventas, logística, seguridad, etc. y de las sinergias entre ellos depende tanto la calidad global del evento, como, en caso se presente alguna situación imprevista o peligrosa, la capacidad de reacción y solución del eventual problema.
En estos casos, según la ley 19/2007, de 11 de Julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, la organización es responsable de “Adoptar las medidas necesarias para el cese inmediato de las actuaciones prohibidas, cuando las medidas de seguridad y control no hayan logrado evitar o impedir la realización de tales conductas”. Según la gravedad de gesto cumplido para el trasgresor, el responsable de la seguridad junto con la autoridad policial tomará medidas para solucionar el caso teniendo en cuenta siempre primero la seguridad de las personas presentes en la estructura, en segundo lugar, de los bienes que la componen y por último de la actividad en sí que se estaba desarrollando. Si necesario, la actividad se parará para poder solucionar o eliminar el problema. La rapidez y precisión en la intervención serán clave tanto para evitar la difusión de la conducta, como para disminuir el impacto mediático y sus posibles consecuencias sobre la imagen de la organización.
La capacidad de recuperarse después de una crisis o catástrofe se denomina: resiliencia. Según Dean Robb, autor de “Building Resilient Organizations”, las organizaciones resilientes se caracterizan por “la capacidad de crear y disolver estructuras, proporcionar seguridad en medio del cambio, gestionar las consecuencias emocionales del mismo, y aprender, desarrollarse y crecer ante las dificultades”. Según la gravedad del problema detectado y la difusión mediática de lo sucedido, la organización podría subir un daño tanto económico como de imagen. En este caso es muy importante que la empresa tenga un buen plan de emergencia y de continuidad, eso les permitiría de enfrentar las consecuencias con una base fuerte y de poder mejorar para el futuro.ç
Referencias
Fernández, J. Óscar “Seguridad en las Instalaciones Deportivas”. Diputación Foral de Bizkaia (2013). https://www.bizkaia.eus/home2/archivos/DPTO4/Temas/deportes/Seguridad%20en%20instalaciones%20deportivas2.pdf?hash=18c97a5b91e0a3dcd2f0a1b9c1e001ea&idioma=EU
Robb, Dean. “Building Resilient Organizations”. OD PRACTITIONER vol. 32 , no. 3 , 2000.
Shizhou Wei, Bob Lee, David Groves “Security and Safety of Special Events: A Perspective”. International Journal of Humanities and Social Science. Vol. 5, No. 9(1); September 2015.