La clasificación para los Juegos Paralímpicos
El siguiente artículo ha sido redactado por la gestora deportiva Sandra Forés.
El deporte paralímpico está destinado para personas con algún tipo de discapacidad física, intelectual o visual. Desde los primeros Juegos Paralímpicos en 1960, el deporte paralímpico ha ido progresando y ganando relevancia a lo largo de los años.
La clasificación para los Juegos Paralímpicos permite agrupar a los participantes en clases deportivas en las que los integrantes tienen características similares, con el objetivo de que puedan competir en igualdad y que sean las capacidades de cada deportista y la excelencia deportiva las que determinen el resultado de la competición.
La clasificación debe ser específica del deporte, y se basa en evidencias científicas. Cada deporte tiene un sistema propio de clasificación que detalla qué tipos de discapacidad admiten para competir en la modalidad deportiva correspondiente y también establece el Criterio de Deficiencia Mínima que se exige para ser elegible.
De tal modo que la clasificación es la manera de estructurar la competición paralímpica en clases deportivas. Esto permite que la competición sea justa entre los deportistas, minimizando el impacto de las deficiencias del rendimiento deportivo. De esta manera la clasificación de la discapacidad agrupa a los deportistas en clases, en las que competirán con rivales que presentan limitaciones similares. En deportes de equipo, la composición de estos está supeditada al número de clases o puntación máxima que pueden tener los jugadores durante el juego.
Así que para asegurar una competición y unos Juegos Paralímpicos justos, todos los deportistas deben tener asignada una clase y un estatus deportivos. La única forma de conseguirlo es acudiendo a una sesión de evaluación llevada a cabo por un panel de clasificación de manera oficial.