La Superliga Europea de fútbol
El siguiente artículo ha sido elaborado por la gestora deportiva Sandra Forés Corella.
Es un proyecto multimillonario que presuntamente multiplicaría los ingresos (al menos cien millones de euros fijos por temporada) de los clubes que participen. Los dieciséis clubes más poderosos Europa se han unido para crear este modelo de liga., con un objetivo claro: ganar más dinero. Pretenden organizar su propia competición, con el sistema de las ligas profesionales norteamericanas como referencia, sin ascensos ni descensos. Terminaría con un playoff y para los seis primeros clasificados se destinarían de forma fija 350 millones de euros a cada uno.
El proyecto es el epicentro de una lucha de poder destinada a marcar el futuro del sector del fútbol europeo. En el que los grandes clubes como el Real Madrid están de acuerdo en que se necesitan nuevas fórmulas que hagan del fútbol más competitivo, más emocionante y más fuerte.
Por un lado, La FIFA amenaza y advierte de castigos para los clubes y los jugadores que participen. La Uefa y las ligas buscan mantener su posición frente a los clubes más poderosos, quienes lo ponen en entredicho al considerarse los auténticos protagonistas del negocio pretendiendo traducir eso en mejores ingresos. De modo que se van a reunir para tratar sobre el futuro de las competiciones europeas que tratarán aspectos como una distribución más democrática de los ingresos y recordar la necesidad de la solidaridad con los equipos no participantes con el fin de equilibrar las ligas domésticas. Además de la reforma de la Champions League con un cambio en el formato a partir de 2024, donde la Fase de Grupos pasaría a contar con seis grupos de seis clubes cada uno (dos más que hasta ahora), garantizando así que cada equipo disputaría un mínimo de diez partidos y vería así mejorados sus ingresos por participar.
Por otro lado, en España, LaLiga y el Consejo Superior de Deportes se opone a este modelo de liga, que además consideran que los aficionados dan mucho valor a la competición doméstica, y a las rivalidades internas. Existe un equilibrio muy bueno entre ligas nacionales y competiciones europeas, que con la existencia del nuevo proyecto lo pondría en riesgo, además de la salud de los futbolistas que verían alterado su calendario de competición, además de tener que competir a un nivel muy exigente. El proyecto, está marcado por la pandemia del coronavirus y un mal contexto económico de manera que su futuro aún es incierto, a pesar de las nuevas informaciones.