Calladita no estás más guapa
Este artículo ha sido redactado por la gestora deportiva Aintzane Gorria.
El anterior artículo que redacté sobre mujer y deporte abordé algunas de las razones por las cuales el numero de mujeres con altos cargos en el mundo de la gestión es tan preocupantemente bajo. Es evidente que en un breve artículo de 300 palabras es imposible enumerar todos los motivos históricos y sociales que hacen de nuestra estructura laboral una pirámide a día de hoy todavía muy patriarcal. Es por eso que hoy me gustaría continuar con el anterior artículo con uno de los motivos que, bajo mi punto de vista, más fuerza tiene para que las mujeres tengamos más dificultades para acceder a cargos con responsabilidad: es nada más y nada menos que la imagen de “MUJER FLORERO” o lo que es lo mismo; la sexualización de la figura femenina en los medios de comunicación en general, y en el mundo del deporte en especial.
A pesar de que la inclusión de la mujer en el mundo del deporte en las últimas décadas ha ocurrido de una forma extraordinariamente rápida, la forma en la que se sexualiza la imagen femenina sigue siendo preocupante.
Por una parte encontramos que la figura de una mujer en un cargo de relevancia se sigue asociando más a su imagen que a su preparación o profesionalidad. La imagen decorativa que ha tenido la mujer en todos los ámbitos y en el deporte en particular ha dejado una herencia que a día de hoy sigue dañando la credibilidad de las mujeres que están en un cargo con responsabilidad. Esta herencia que todavía arrastramos hace que tengamos que demostrar mucho más que un hombre para que se nos tome en consideración. Esto demuestra que nuestro subconsciente sigue viendo género por encima de profesionales.
Por otro lado, figuras decorativas anteriormente mencionadas, que en pleno 2021 tendrían que estar totalmente abolidas por cuestiones de respeto y dignidad, siguen estando totalmente normalizadas. Me refiero, por ejemplo, a mujeres semidesnudas sujetando los paraguas de los corredores de Moto GP; mujeres con un determinado canon de belleza repartiendo premios; simplemente sonriendo a cámara mientras un hombre narra las noticias; etc. Resulta insultante que ha día de hoy se sigan permitiendo este tipo de figuras, que además de hacernos flaco favor a las mujeres que luchamos día a día por una todavía utópica igualdad, mandan un mensaje subliminal a las niñas más jóvenes, no solo de sumisión e inferioridad de la mujer frente al hombre, también de la necesidad de unos prototipos y canones de belleza que deben cumplir, creando complejos, inseguridades y trastornos que pueden tener consecuencias fatales en sus futuros.
El lenguaje periodístico sexista que a día de hoy todavía muchos medios de comunicación utilizan tampoco ayuda en el camino de la igualdad. Ya no es solo la invisibilidad de las noticias femeninas, las cuales como dije en el anterior articulo son casi inexistentes. Además las pocas noticias femeninas que salen a la luz utilizan un lenguaje totalmente diferente, con adjetivos más relacionados con la belleza; exaltando la fragilidad de la mujer; omitiendo adjetivos como valentía y heroicidad más asociados todavía irracionalmente a la masculinidad. En definitiva, todavía se sigue infravalorando los logros deportivos femeninos, dando más importancia a cuestiones secundarias como el atuendo, la apariencia o los sentimientos.
Este tipo de lenguaje diferenciador se ve reflejado en el artículo de Tribuna Feminista de 2018, en el cual sale reflejado un estudio de 25 años de informativos estadounidenses (KCBS, KNBC, KABC…). Los análisis muestran que los comentaristas utilizaban adjetivos como “perfecto” o “precioso” al referirse a los informativos masculinos, realzando sus hazañas deportivas. No ocurría lo mismo con los informativos femeninos, para los cuales se limitaban a contar los hechos, utilizando expresiones como “ha ganado fácilmente” o “hizo su trabajo”.
En este mismo artículo se hace referencia a que en deportes en los que el cuerpo femenino esta más expuesto como en el caso del vóley playa, las emisiones se centraban un 20% del tiempo en el pecho y un 17% en las nalgas.
¿Faltan más mujeres en el periodismo deportivo? ¿Falta más educación y normalización de la figura femenina?
Si al convertirse Rafa Nadal en número uno del mundo encontrásemos un artículo que pusiese: “Rafa Nadal: como conseguir las piernas perfectas” nos sonaría patético y absurdo ¿verdad? Sin embargo, si digo que es lo que le pasó a Garbiñe Muguruza no suena tan escandaloso.
La historia pesa, los antecedentes y las herencias pesan; nosotras las mujeres seguimos cargando con toda la historia. Seguimos intentando salir a la luz después de tantos años de oscuridad y muchas veces los resultados no son los esperados pero eso no nos tiene que frenar. Este 8 de Marzo no podremos salir a las calles para que nos escuchen, pero no se nos tiene que olvidar que el 8 de Marzo no es un día, es un movimiento activo los 365 días del año y aunque esta vez no sea en las calles, la lucha continua.