Deporte Adaptado

Atletas con alas

El siguiente artículo ha sido elaborado por el gestor deportivo Rodrigo Climent Pedrosa.

Después de superar el ciclo olímpico más largo que se recuerda en la historia de los Juegos, el 24 de Agosto del 2021 dieron comienzo los Juegos Paralímpicos de Tokio que, bajo el eslogan “Tenemos Alas”, inauguraron una de las competiciones con mayor expectación hasta el momento. Los Juegos Paralímpicos siempre se han caracterizado por tratar de sacar el máximo potencial de sus deportistas, y así lo demuestran cada cuatro años.

Dentro de los Juegos Paralímpicos son muchas las categorías que se disputan, sin embargo, en esta ocasión, queremos hacer especial referencia al Triatlón Adaptado, uno de los deportes con mayor diversidad de los Juegos. Gracias a que se constituye como un deporte que recoge diferentes disciplinas deportivas son muchas las atletas que deciden hacer frente al reto que supone esta modalidad.

Héctor Catalá y Jairo Ruiz son precisamente ejemplos de estos atletas que compiten en la modalidad de Triatlón y que han hecho frente al reto que han supuesto los Juegos Paralímpicos de Tokio. Héctor Catalá (en adelante H.C.) es medallista de los Juegos Paralímpicos de Tokio (medalla de pata en la prueba PTVI) y Jairo Ruiz (en adelante J.R.) es medallista de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro (medalla de bronce en la prueba PT4). De hecho, como representantes del Triatlón Adaptado y referentes en este deporte han accedido a contestarnos una serie de preguntas para poder comprender en plenitud qué significa para ellos su carrera profesional y cómo consiguen superarse día a día.

1.- El triatlón cada vez se está popularizando más en el ámbito deportivo, sin embargo, ¿podrías definir de alguna forma qué diferencia existe con el paratriatlón?

J.R. – Son esencialmente lo mismo, salvo que el paratriatlón es la palabra que se utiliza para definir el triatlón practicado por personas con alguna discapacidad. En general es lo mismo: prácticamente mismo reglamento, mismas distancias, haciendo la diferenciación por categorías atendiendo a las discapacidades de los participantes.

H.C. – Sí que es cierto que el Triatlón se ha popularizado mucho porque tiene un componente de reto y de superación personal que engancha, además de lo entretenido que es al ser tres disciplinas diferentes y la mejora rápida y constante. La diferencia entre ambas, que el paratriatlón lo hace una persona con discapacidad y el triatlón una persona sin discapacidad, no hay más.

2.- Es obvio que la crisis sanitaria ha supuesto un golpe muy fuerte para el mundo deportivo, sin embargo, ¿cómo te afectó tanto personalmente como deportivamente, tuviste tus entrenamientos, hábitos etc?

J.R. – Como es lógico, el Covid nos afectó igual que al resto. A pesar de ser deportistas profesionales no podíamos salir a entrenar, teníamos que hacer lo que pudiéramos en nuestras casas que lo cierto es que fue muy poco, más allá de correr en cinta, hacer algo de rodillo e intentar hacer algo de acondicionamiento físico, pero mínimo al no contar con el espacio ni material necesario. Lo cierto es que nos lo tomamos como un periodo de descanso, intentando retrasar lo máximo posible la pérdida de forma y prepararnos con ejercicios muy sencillos para que cuando saliéramos estuviéramos en condiciones de empezar el entrenamiento. Personalmente me vino bien ya que estaba terminando una lesión y en ese momento no podía entrenar a mi máximo potencial, aproveché para recuperarme del todo y prepararme para los Juegos.

H.C. – A mi lo que más me afectó fue que mi objetivo principal en 2020 eran los Juegos, y para poder llegar en el estado óptimo de forma tuvimos que adaptar la programación de entrenamientos y buscar condiciones de entrenamiento óptimas, es decir, durante cierto periodo de tiempo la práctica deportiva se acotó muchísimo (en Valencia) prohibiendo incluso la piscina, teniendo que estar dos meses fuera de casa para poder entrenar completamente los tres segmentos. Durante la cuarentena lo cierto es que tuve muy buenas condiciones para poder entrenar las tres modalidades, de hecho, la pandemia no ha conseguido que mi disciplina y motivación decaigan en ningún momento por lo que en ese sentido no me ha afectado.

3.- ¿Cómo te sentiste cuando ganaste la medalla Olímpica?

J.R. – Es una sensación muy difícil de explicar; por una parte era la primera vez que participaba en unos juegos, además era la primera vez que el triatlón era un deporte paralímpico y por tanto la primera vez que iba un equipo. También fue la única medalla que consiguió la delegación. Es decir, se dieron una serie de circunstancias que consiguieron que fuera un momento muy único y difícil de describir con palabras. Además al principio no sabía si iba a poder clasificarme si quiera, y una vez que la conseguí y estaba allí, ves lo que suponen unos juegos, sale bien la carrera y ganas una medalla, pues ya te digo, es muy difícil de describir. Es una sensación de mucha alegría, orgullo, euforia, y por otro lado un poco de tristeza porque has estado entrenando mucho ese momento, has estado preparándote con muchas ganas e ilusión y aunque haya salido bien, ha terminado. Aquello que te hacía tanta ilusión ha salido bien, pero ha terminado, es una sensación extraña, pero sin duda, mucha alegría.

H.C. – Evidentemente ganar la medalla en los Juegos, si tuviera que decir una sola palabra, es satisfacción, también alegría, pero ante todo satisfacción ya que es la consecuencia de un trabajo bien hecho durante mucho tiempo y una constante toma de decisiones día a día enfocada a ese camino. Todo esto no significa ni garantiza que el éxito se vaya a lograr, pero evidentemente te acerca más a este momento, pero la satisfacción durante tantos años trabajando por y para con decisiones tan simples como irte a dormir antes, comer lo que debes de comer, como no saltarte ningún entrenamiento y buscar las condiciones óptimas de entrenamiento, tal y como hablábamos antes, llega en el momento en el que consigues tu objetivo. No es como haber estado sembrando durante mucho tiempo para recogerlo en un momento, es decir, no es una satisfacción instantánea, es algo que me llena y que todavía persiste.

4.- Hay mucha gente que te considera su referente ¿qué le dirías a las personas que quieren seguir tu ejemplo y alcanzar las mismas metas deportivas que tú?

J.R. – No me gusta mucho pensar en eso porque la verdad es que me pone bastante nervioso el que pueda ser referente de alguien o servir de inspiración para alguien. Lógicamente eso me alegra muchísimo y si alguna persona puede ver en mí algo en lo que mirarse y un ejemplo yo encantado de poderle servir, aunque sea de esa manera. Lo que le digo a todo el mundo es que lo intenten, al final en el deporte no hay nada garantizado, por muy favorita que sea una persona no tiene ganada la carrera hasta que no llega a la meta y por mucho que a priori parezca que se te da muy mal, quizás dedicándole tiempo, practicando, entrenando y poniendo mucho empeño, no se sabe hasta donde va a llegar uno hasta que no lo intenta de verdad. Así que yo le digo a todo el mundo es que lo intente, que si no sale no pasa absolutamente nada porque lo que se va a llevar durante el camino va a ser muy bonito para su vida.

H.C. – Yo no me considero un referente en absoluto, lo único que me puedo considerar es alguien que se ha adaptado a las condiciones que tiene. Es verdad que en mi caso son muy evidentes, pero esto es lo mismo que alguien que tiene que mudarse de ciudad para encontrar trabajo o por cualquier otra situación. Hay situaciones que son cambiantes y que pueden parecer un traumáticas de entrada, en mi caso hablamos de una enfermedad lo cual es traumática de entrada de hecho sin ningún tipo de duda, pero evidentemente yo conseguí no quedarme de brazos cruzados y ver la oportunidad, además de estar bien rodeado. Eso es lo que yo intento decirles a todas las personas, hay que crecerse ante la adversidad, al final los cambios, problemas, adversidades, etcétera, son oportunidades; en época de crisis es cuando más dinero se mueve el bolsa, pues extrapolando este símil económico al deporte en particular, cuando hay movimiento es cuando se pueden sacar beneficios y lo que depende de nosotros es el trabajo, eso no es negociable por lo que tiene que estar por encima de todo.

5.- ¿Cómo crees que puede apoyarse desde fuera el deporte adaptado?, me refiero a desde un punto de vista político y social.

J.R. – La mejor forma de apoyar el deporte paralímpico, desde mi experiencia y de todo lo que he podido vivir hasta ahora, sin duda es tratarlo como lo que es, un deporte de competición del máximo nivel, y si es de iniciación o de prueba popular, de igual forma, tratarlo con absoluta normalidad, igual que se hace en el resto de los deportes, dándole la importancia que tiene en cada momento. Lo que queremos es que se valore nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, pero en base a unos méritos concretos, no solo por el simple hecho de que una persona con discapacidad haga un triatlón y ya sea maravilloso por el simple hecho de tener una discapacidad. Lo que mejor nos vendría a todos sería la normalización, tratarlo con la máxima normalidad posible, dentro de lo que son los medios de comunicación, sobre todo, y dándole el apoyo que tienen que tener todos los deportes, incluyendo las competiciones de máximo nivel, de iniciación, popular y todas las diferentes modalidades de deportes que existen.

H.C. – Lo primero que se tiene que hacer es apoyar de verdad al deporte y para ello tiene que considerarse al deporte como una profesión, yo estoy harto de escuchar que yo no trabajo porque me dedico al deporte cuando el deporte es mi trabajo. Aunque hay gente que sí lo comprende, muchas otras no entienden lo que conlleva ser deportista, todas las cosas que tienes que dejar de hacer y cuales tienes que hacer. Vivir por y para los 365 días del año, las 24 horas del día, entrenamiento, descanso, alimentación. No existen los lunes, no existen los domingos, no existe ningún día, y esto es precisamente que a la gente le cuesta entender ya que estamos habituados a que se trabaja de lunes a viernes y el fin de semana es de descanso, pero en el deporte esto no existe ya que trabajamos los siete días de la semana. El deporte de élite es una profesión con una exigencia muy alta. Como son casos aislados, y más en el deporte ya que la mayoría de las personas lo practican como afición, cuesta ver que alguien sea profesional de algo que otros realizan como hobby. Eso solamente respecto al deporte, si además nos referimos al deporte adaptado pues lo primero que tenemos que hacer es dejar de verlo como ejemplo de superación y demás, esto es deporte, aquí da igual lo que te falte, lo que tengas y lo que dejes de tener, es deporte y de competición. Hay que olvidarse de todas estas cosas, aquí se mide por el primero que llega a meta, por el que más rápido va, el que más salta o el que más lejos llega, hay que verlo por lo que somos, deportistas, punto.

En definitiva, podemos observar como dos deportistas del ámbito adaptado no muestran diferencia alguna con aquellos deportistas que no compiten o juegan en esta modalidad por lo que no hay que puede sacarse una conclusión clara de todo lo que nos han contado y es que no pueden ni deben crearse barreras donde realmente no las hay.