La mujer deportista: una historia de superación
El siguiente artículo ha sido redactado por el gestor deportivo Raúl Pedroso Vivó.
La mujer ha tenido que luchar contra un sinfín de obstáculos para lograr los derechos e igualdad con el hombre en la práctica y la competición deportiva.
Prejuicios y trabas provenientes de una sociedad en la que se creía que ellas no podían, que el deporte era solo para hombres, fueron obstáculos a los que se tuvieron que enfrentar.
Aún queda mucho camino por recorrer, para que el deporte femenino se equipare al masculino. El peso de siglos de discriminación aun se hace notar.
En los juegos Olímpicos de la antigua Grecia, celebrados hace más de 2000 años, solo podían participar las mujeres casadas como espectadoras, mientras que las solteras lo tenían completamente prohibido.
Debido a esto, las griegas organizaron una competición femenina, Los Juegos Hereos. Hay muy poca información sobre ellos, pero se sabe que solo participaron mujeres y se celebraban cada cuatro años.
Durante la época romana, se prohibieron todos los juegos, porque se consideraban celebraciones paganas.
En la edad media no estaba bien visto que las mujeres se entretuvieran con tareas físicas, por eso su participación en las competiciones deportivas, fue prácticamente nula. Solo mujeres de clase alta, en algunos casos, practicaban en hípica o caza.
En 1896 se organizaron las primeras olimpiadas modernas. El comité Olímpico Internacional, institución organizadora de los juegos, rechazaba que las mujeres participaran en muchas competiciones como el atletismo porque consideraban que no eran adecuadas para ellas.
En respuesta, en 1922 y 1926 un grupo de mujeres organizan los juegos mundiales femeninos.
El encuentro cada vez reunía más participantes, lo que obligó al COI a rectificar y abrir los juegos Olímpicos a atletas femeninas.
La existencia de deportes femenino está cada vez más normalizado en la sociedad sin embargo aún está a mucha distancia del deporte masculino en relevancia, salarios o número de personas que lo practican. Hay que realizar un gran esfuerzo para conseguir la igualdad entre géneros también en este ámbito.
Marcando un antes y un después, en el deporte del siglo 20 hay que nombrar a la tenista Charlotte Cooper como la primera mujer campeona de unos juegos Olímpicos celebrados en París en 1900.