ACTIVIDAD DEPORTIVA Y PREVENCIÓN
Es normal relacionar el concepto “deporte” con atletas de alto rendimiento, que tienen equipos de gente detrás para cuidarles la salud y así mantener sus resultados en el deporte. Sin embargo, la mayoría de la población no tiene actividad física de manera sostenida o hace deporte de manera recreativa, con un fin no profesional. Entonces, ¿qué pasa cuando alguien en la población general tiene una lesión? ¿Cuál es el impacto en una economía cuando este paro por lesiones se generaliza?
Cuando hablamos de tener actividad física suficiente, es vox populi que es beneficiosa para quien la practique por los beneficios como fortalecimiento de huesos y musculatura, aumento de posibilidad de tener una vida más longeva y de calidad, independencia física, entre otras. Así mismo, hay una serie de riesgos potenciales asociados a la inactividad física, como lo son desarrollar alta presión sanguínea, sistema inmunológico débil, sarcopenia (pérdida de masa muscular, que, si bien ocurre de manera natural con la edad, es posible desacelerar su avance con entrenamiento), entre otras.
Según AlsoAsked.com, en España, una de las preguntas más frecuentes sobre el dolor es el relacionado a la espalda, que va de la mano con que al menos 92% de las personas han padecido este dolor, siendo el lumbar el más frecuente. Además de ser una de las razones principales de absentismo laboral y de consulta médica.
Como punto relacionado al absentismo laboral y el impacto económico de la prevención, según José Manuel Franco del CSD, “cada euro invertido en actividad física ahorra hasta quince euros de gasto sanitario”; esto porque la prevención suele ser más barata que la reacción. Comparando internacionalmente, la falta de actividad en la Unión Europea le supondrá un sobrecoste de 2.062 millones a Alemania, 1.327 millones a Italia, 1.094 millones a Francia, y 882 millones a España en los próximos 27 años.
Profundizando en el impacto económico antes mencionado, un problema importante sobre el absentismo laboral multifactorial es, según esta investigación, tiene que ver con la fatiga física y mental. Hablando de la población escolarizada, esta investigación encontró que “A los 11-12 años, sólo el 31,7% de los adolescentes realiza actividad física los siete días de la semana respecto del 15,3% de los adolescentes de 17-18 años”.
Sabiendo que la actividad física supone beneficios, es una excelente medida de prevención, y reduce la sobrecarga al sistema de salud pública, el siguiente paso sería definir cuál actividad física es la adecuada, ¿cómo elegir la que va mejor para cada persona? Para las empresas hay una correlación directa de brindar espacios donde se puedan realizar actividades físicas preventivas como pausas activas, plantear horarios de estiramientos, relajación, meditación, entre otros, y con la reducción de absentismo laboral: trabajadores más felices y activos, se mantienen cumpliendo objetivos y metas.
Es por esto que las empresas y la administración pública tienen una tarea cada vez más urgente a fin de evitar un impacto económico y social negativo importante para los próximos años con una población sedentaria.
Renato Pacheco
