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Así será la nueva Champions League

La próxima temporada 2024/2025 la competición de clubes más importante del mundo del fútbol sufrirá una transformación en su formato que dejará a mucha gente descontenta.
La principal novedad es que la fase final, lo que era conocido como fase de grupos, pasa de 32 a 36 equipos. Lo que hasta ahora eran ocho grupos de cuatro equipos cada uno, deriva en una liga de 36 equipos, donde se añaden cuatro equipos más.
Estas nuevas cuatro plazas surgen de:

  • El club que sea tercero en la quinta liga con más coeficiente UEFA, que actualmente es la liga francesa.
  • El campeón nacional del país con mejor coeficiente UEFA de aquellos que no tienen actualmente plaza directa.
  • Las otras dos son para aquellos países que hayan sumado más puntos en el ranking UEFA la temporada anterior, que lo más usual es que se repartan entre las cuatro grandes ligas (Bundesliga, LaLiga, Premier League, Serie A). En cuanto al formato, se disputará una liga de 36 equipos, pero no se enfrentarán todos contra todos, por tanto, de liga tiene poco. Los 36 equipos estarán divididos en cuatro bombos, con nueve equipos por bombo, y cada equipo se enfrentará a dos equipos de cada bombo. Los bombos se demarcan en base al coeficiente UEFA, excepto el campeón de Champions League que va directo al bombo 1. Es decir, por ejemplo, el Real Madrid será el bombo 1 y se enfrentará a dos equipos del bombo 1, a dos del bombo 2, dos del bombo 3 y dos del bombo 4 de manera aleatoria. Pero a diferencia del actual formato, los bombos únicamente sirven para fijar el calendario, ya que da igual el bombo del que seas, te vas a enfrentar a dos equipos de cada bombo. Cada equipo jugará cuatro partidos en casa y cuatro fuera, pero no contra los mismos rivales, a diferencia de la actual Champions League donde cada equipo juega en casa y fuera contra el mismo rival en la fase de grupos, es decir, el Real Madrid puede jugar en casa contra el Bayern de Múnich, Juventus, Young Boys y Galatasaray y fuera contra el Benfica, Manchester City, Tottenham y Aston Villa. Algo que personalmente veo muy injusto, ya que todos compiten por las mismas plazas, pero no se enfrentan a los mismos rivales, quizá es un formato para algún otro deporte, pero no para el fútbol.

Con el calendario fijado, cada equipo juega 8 partidos (dos más que ahora), y se clasifican directamente para octavos los 8 primeros de la clasificación. Del noveno al vigésimo cuarto se juega un play off para determinar qué otros 8 equipos pasan de ronda, es decir el noveno jugará contra el vigésimo cuarto, el décimo contra el vigésimo tercero… y así sucesivamente. Y desde el vigésimo quinto al trigésimo sexto se eliminan directamente sin opción a ir a Europa League, como pasa ahora con los terceros de cada grupo.


Una vez tenemos los 16 equipos que pasan de ronda, se juegan octavos de final por sorteo puro, y a partir de ahí, cuartos, semis y final. Esta segunda parte no cambia respecto a la actual Champions League. Con el formato ya explicado, vamos a las motivaciones de este cambio, y en este punto no podemos evitar hablar de la Superliga. La Superliga tiene como principal propósito ganar más dinero, y es lo que ha hecho Aleksander Čeferin con esta nueva Champions. Parece ser que la única manera que conocen las grandes organizaciones para ganar más dinero es hacer más partidos, como ha hecho la FIFA con el mundial o el mundial de clubes. Pues en comparación con la actual Champions donde en total se retransmitían 125 partidos desde la fase de grupos hasta la final, pasamos a 189 partidos, es decir, 64 partidos más. Luego habrá que ver la calidad de esos partidos, ya que muchos de estos partidos no van a tener emoción debido a que los grandes equipos se clasifican de manera casi segura. Con esto la UEFA satisface las quejas de los clubes grandes para que no se vayan, dándoles más partidos contra grandes de Europa, dándoles una clasificación casi asegurada y asegurándoles ocho partidos como mínimo, y en caso de que lo hagan fatal, aún pueden acceder a octavos mediante el play off, es decir, que aseguran diez partidos a los equipos grandes, lo que se traduce en más dinero.


Por último, en mi opinión, con el calendario tan ajustado que ya existe, incrementar el número de partidos solo perjudica a los jugadores y acabará cansando a los
espectadores. Porque cuando lo extraordinario se convierte en costumbre pasa a ser ordinario y la gente se aburre. Creo que este nuevo formato es un acto más de egoísmo por parte de la UEFA, que solo piensa en el dinero y no en aficionados ni jugadores, que son quienes de verdad mantienen el fútbol.

Carlos Rodrigo Palop.
Estudiante del máster en Gestión Deportiva en la UPV.