«Transformando el Deporte: De la Competencia a la Experiencia Total en losEventos Deportivos»
En apenas un mes cursando el Máster en Gestión Deportiva, comienzo a descubrir la profundidad y el impacto que tiene el diseño de experiencias en el
ámbito deportivo. Entendiendo así, que los eventos deportivos exitosos van mucho más allá de la competición; deben satisfacer las expectativas del cliente
al ofrecer experiencias inmersivas y memorables. Con visitas y actividades prácticas, entiendo mejor la importancia de conectarse con el público en un entorno de entretenimiento cada vez más digital y saturado de estímulos. Mi artículo explora cómo estos eventos integran deporte, tecnología y ocio para captar a un público joven, consolidar su marca y asegurar su relevancia y sostenibilidad.
El pasado miércoles 23 de octubre, el máster nos brindó la oportunidad de visitar dos emblemas del deporte en Valencia: L’Alqueria del Basket y la Fonteta de
San Lluís.
La gestión de estos proyectos deportivos demuestra cómo el deporte puede impulsar el entretenimiento en la ciudad y responder a las crecientes expectativas de las audiencias mediante un enfoque integral. Tras la visita, el club nos invitó a un partido de baloncesto femenino esa misma tarde, donde junto a mis compañeros, comprendí que asistir a un evento deportivo es mucho más que ver el juego. Es una experiencia completa que incluye música en vivo,
actividades interactivas, áreas de comida, juegos y espacios recreativos para niños. Además de integrar concursos en el medio tiempo, presentaciones de grupos de baile y espectáculos de luces. ¡Gran trabajo por parte de la organización!
De manera similar, en eventos como la Copa Faulcombridge -que visité junto a mis compañeros del máster—, se integran actividades como clínicas deportivas
para niños, sesiones de autógrafos con jugadores y áreas recreativas con simuladores deportivos, convirtiendo el evento en una jornada de entretenimiento. para toda la familia.
Estos modelos demuestran cómo un evento deportivo bien gestionado puede satisfacer al público más allá del deporte, ofreciendo un día completo de diversión y creando una conexión memorable.
Es decir, si queremos enfocarnos a un público más joven y familiar, la clave para captar la atención radica en crear experiencias dinámicas y participativas. Los jóvenes de hoy en día, acostumbrados a la tecnología y al entretenimiento digital, buscan eventos que les permitan interactuar, compartir su experiencia en redes sociales y, sobre todo, formar parte de algo más grande que el deporte en sí.
En este sentido, los organizadores de eventos deportivos han comenzado a integrar herramientas tecnológicas como aplicaciones móviles, concursos digitales o áreas específicas de realidad virtual, donde los jóvenes pueden vivir una experiencia inmersiva. Un ejemplo interesante es el uso de redes sociales durante el evento, donde se incentiva a los asistentes a compartir fotos y videos con hashtags específicos, generando así un mayor impacto digital y visibilidad del evento. Esto no solo atrae a una audiencia joven, sino que también amplifica la relevancia mediática del evento.
En definitiva, y con enormes aprendizajes que guardo en la mochila, en tan solo un mes, obtengo la conclusión de la importancia de crear un evento deportivo de
calidad, donde se cumplan las expectativas del cliente, consiguiendo atraer actividades paralelas que ofrece beneficios directos tanto para los organizadores como para los patrocinadores. Convirtiendo los eventos en espacios más atractivos para las marcas, ya que el público objetivo es más amplio y diverso, lo que incrementa las oportunidades de visibilidad y patrocinio. Además, al atraer a familias y jóvenes, se genera una conexión emocional más profunda con el deporte, lo que puede traducirse en una mayor lealtad y participación en futuros eventos.
Paula Ordóñez Casas Estudiante del Máster en Gestión Deportiva de UPV