Anteproyecto de la Ley del Deporte de 2019: mayor preocupación por las personas y mayor libertad de maniobra para las entidades
El siguiente artículo ha sido elaborado por los gestores deportivos Carlos Blasco Núñez de Cela y Álvaro Bautista Otero.
El reconocimiento de la mujer como deportista y la no obligación de conversión en sociedades anónimas deportivas para la competición profesional, entre sus principales novedades.
Desarrollo
Una de las principales modificaciones que plantea el Anteproyecto de 2019 con respecto a la obsoleta Ley de 1990 es la protección real y efectiva del deporte femenino. A este respecto, el nuevo texto contempla medidas sobre paridad en los órganos de dirección, gobierno y representación de las entidades deportivas, la protección de la maternidad y la obligatoriedad de otorgar las mismas cuantías económicas en premios subvencionados con dinero público.
El nuevo texto recoge también la protección del menor en cuestiones de abuso y acoso sexual, así como aquellas relacionadas con su mercantilización, trata, cuidado de la imagen y sobreexplotación de los jóvenes. Se hace hincapié en el reconocimiento de las personas extranjeras en la práctica deportiva sin ningún tipo de discriminación e insiste en el fomento del deporte entre las personas mayores.
En cuanto a lo derechos, deberes y obligaciones de los deportistas, el nuevo Anteproyecto abarca a todos ellos diferenciándolos según sean federados, de alto nivel, profesionales o en general. Además marca una vital importancia en la necesidad de la obtención de licencias, ya no solo para deportistas, sino para entrenadores y árbitros. También establece un mandato para las federaciones en la procura de una formación que mejore el ejercicio de las labores de éstos mediante la disposición de títulos oficiales o certificados de profesionalidad.
Por otra parte, las entidades deportivas que participen en las diferentes competiciones, incluidas las profesionales, no tendrán la obligación de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas.
Estas nuevas medidas abogan por una mayor profesionalización y mejora en todos los niveles, ayudando así al impulso de las modalidades minoritarias y los grupos discriminados históricamente en nuestro país.Las facilidades que ofrece a las entidades para la competición profesional permiten a los clubes pequeños ampliar su objetivos deportivos. Además, la insistencia en la formación profesional abre un nuevo abanico laboral, algo necesario en la actual situación de inestabilidad económica. Esto significa una mejora general para el deporte en España, un país en el que están asentadas algunas de las mejores ligas profesionales de diferentes deportes y en donde algunos colectivos y modalidades menos populares se han visto discriminadas por una ley anacrónica y no correspondida con la realidad actual .
