EL AUGE DEL BALONCESTO FEMENINO
El baloncesto femenino ha experimentado un notable incremento en popularidad en los últimos años. Históricamente, ha enfrentado críticas como «es más aburrido, no dan tanto show, juegan peor…», pero esta percepción está cambiando drásticamente. Además, leyendas del baloncesto como Pau Gasol y Kobe Bryant han sido defensores apasionados del baloncesto femenino durante años. Su apoyo ha sido fundamental para cambiar la narrativa y atraer la atención hacia el talento y la emoción que ofrece este deporte. Este artículo explora cómo y por qué el baloncesto femenino está alcanzando nuevos niveles de reconocimiento y apoyo, tanto en Estados Unidos como en España, y el papel crucial de figuras prominentes en este crecimiento, en especial ‘El Efecto Clark’.
Este año, las cifras de espectadores del baloncesto femenino están comenzando a rivalizar con las del masculino, especialmente en Estados Unidos. La Liga Femenina Endesa en España también refleja esta tendencia. Un ejemplo destacado es el récord de asistencia en un partido de la LF Endesa, protagonizado por el Casademont Zaragoza, donde 9,273 espectadores asistieron en octubre de 2023. Además, la media de espectadores del equipo femenino de Zaragoza superó a la del equipo masculino en esta temporada 2023-24, con 5,700 y 5,500 espectadores respectivamente, un hitosignificativo que demuestra el avance del baloncesto femenino en España. Hace aproximadamente un mes, se registró un récord de asistencia en ‘La Fonteta’ (Valencia) durante la final de la Liga Femenina Endesa, con 7,573 personas. Este evento superó el récord anterior de 6,972 personas establecido en 2023. El ambiente fue histórico, impulsado por el éxito del Valencia Basket en su sección femenina. Equipos como Valencia Basket y Casademont Zaragoza son modelos a seguir, ya que dan la misma importancia a sus secciones femeninas y masculinas, a pesar de que las femeninas generan menos ingresos económicos.
El baloncesto femenino ha incrementado su atractivo gracias a jugadoras que ofrecen espectáculo. Sabrina Ionescu, por ejemplo, ha atraído a muchos fanáticos de la NBA a la WNBA con su calidad de juego y su notable amistad con Pau Gasol y Kobe Bryant. Su participación en el concurso de triples del NBA All-Star junto a Stephen Curry fue un evento histórico que demostró que «las chicas también saben tirar». Este evento de exhibición alcanzó el récord de la noche, con una cifra de 5.4 millones de espectadores simultáneos, subrayando la creciente popularidad del baloncesto femenino.
Uno de los factores más importantes en el auge del baloncesto femenino es ‘El Efecto Caitlin Clark’. A sus 22 años, Clark ha revolucionado el baloncesto femenino desde su etapa universitaria con los Iowa Hawkeyes. Su impacto fue evidente cuando el partido entre Iowa y South Carolina en la Final Four de la NCAA atrajo a 18.7 millones de espectadores de media, con un pico de 24 millones. Este partido fue el más visto en Estados Unidos desde 2019, de cualquier competición, masculina o femenina, y es la segunda audiencia más grande de la historia de ESPN para un evento que no sea de fútbol.
Desde que fue drafteada por Indiana Fever en el primer puesto del draft de la WNBA, Clark no ha hecho más que generar entusiasmo y batir récords. La asistencia a los partidos de Indiana Fever ha aumentado un 35% en comparación con la temporada anterior, creando un impacto económico positivo en Indianapolis y otras ciudades como Atlanta. El equipo ‘Atlanta Dream’ decidió trasladar los partidos contra Indiana Fever al ‘State Farm Arena’ (pabellón de los Atlanta Hawks de la NBA) debido a la alta demanda de entradas, un hecho sin precedentes en la WNBA. De hecho, el partido entre LA Sparks e Indiana Fever superó en asistencia a cualquier partido que hayan jugado los Lakers en casa esta temporada (19,103 frente a 18,997).
Que el baloncesto femenino vende es ya una realidad, demostrando que tiene un mercado sólido y en crecimiento. Las niñas ya no solo quieren ser como Stephen Curry, ahora sueñan con ser como Caitlin Clark. Este deporte está impulsando cambios sociales positivos, empoderando a las niñas y mujeres a perseguir sus sueños sin importar las barreras de género. ¿Será este el empujón final para eliminar las distancias entre el baloncesto masculino y el femenino? El futuro del baloncesto femenino es brillante y lleno de posibilidades, y su impacto va más allá de la cancha, promoviendo igualdad y oportunidades para todas.
Ana Díaz Argüeso
Estudiante del Máster en Gestión Deportiva en la UPV.