DeporteGestión

LA PRACTICA DEPORTIVA EN LA VUELTA A LA “NUEVA NORMALIDAD”

Miguel Ángel Nogueras, Presidente de la Asociación de Gestores
Deportivos Profesionales de la Comunidad Valenciana (GEPACV) y Profesor Máster en Gestión de Empresas Deportivas y Máster en Gestión del Deporte y Turismo Activo de la UPV

Las personas tenemos necesidad de movimiento, y los niños mucho más.

Esto que parece algo tan obvio, elemental y natural, no siempre se cumple, y desgraciadamente es corroborado por la Encuesta Nacional de Salud de 2017, que indica que el 37,8% de la población adulta (15 y más años) se declara sedentaria.


Este sedentarismo tiene mucho que ver, con los altos niveles de obesidad con el 17,4%, y de sobrepeso que ya alcanza al 40% de la población.

Los datos de la encuesta, deben hacernos reflexionar sobre la necesidad de combatir el sedentarismo, y una forma de hacerlo es atendiendo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece que, para mantener un buen estado de salud, los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, y que los menores de 5 a 17 años, deberían acumular un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa.

Esa misma encuesta ofrece un dato relevante, como es que un 73,9% de los menores de 14 años, están 1 hora o más de su tiempo libre cada día, frente a una pantalla (ordenador, Tablet, TV, videojuego, móvil, …).
Un estudio publicado recientemente por la Asociación Americana del Corazón (2020), señala que “las personas mayores reducen hasta un 67% el riesgo de muerte, si realizan 150 minutos de ejercicio físico a la semana”.

Y en este tiempo de Crisis Sanitaria originada por el COVID-19, ha aparecido en medios y revistas científicas, información de estudios realizados, y llama la atención el relativo a como el confinamiento ha producido efectos secundarios, como el sedentarismo, el aumento de peso y ciertas alteraciones de salud mental.


De entre estas informaciones, es necesario destacar la siguiente: “El perfil más frecuente de muerte por el coronavirus es: hombre, obeso, fumador y bebedor, mayor de 65 años.

Y también en muchos jóvenes fallecidos se da este perfil descrito”. Además de todo ello, esta epidemia ha puesto de manifiesto, que somos vulnerables ante la enfermedad y que la situación de miedo, será irremediable, generando mucha incertidumbre e inseguridad. Pero también ha puesto de relieve que necesitamos movernos y relacionarnos, y que los muchos beneficios que aporta la actividad física y la práctica deportiva, tanto desde la perspectiva de la salud, como desde la educativa y social, son absolutamente necesarios e insustituibles.

La pregunta que nos hacemos ahora, es si van a cambiar los hábitos deportivos de la población, y cómo serán o qué tendencias se prevén.

En este sentido, hay que reconocer que la situación es de cambio constante, y que la actividad física y el deporte al igual que la sociedad, también cambian.


Para intentar estimar cómo van a ser esos cambios, necesitamos conocer desde qué situación partimos, y en ese sentido la última encuesta de hábitos deportivos de 2015, nos ofrece una información muy relevante, como que el 46,2% de los españoles practica deporte 1 vez a la semana, y que esa práctica es realizada mayoritariamente al aire libre, de forma libre y no organizada, y cuya motivación es estar en forma, entretenerse y por motivos de salud.


Durante este confinamiento, se han elaborado algunas encuestas que muestran que una gran mayoría de personas ha seguido realizando actividad y ejercicio físico en su casa, en una alta proporción siguiendo las sesiones dirigidas por técnicos de manera digital y a través de las redes sociales, manifestando su deseo de volver al centro deportivo o
gimnasio en cuanto sea posible.


Estos indicadores, permiten hacer una previsión optimista, ya que los hábitos deportivos de la población están muy afianzados, y en todo caso se producirá un aumento de la práctica deportiva, cuyos rasgos más característicos serán, una práctica por libre y en espacios abiertos y naturales, más austera (sobre todo en periodo de recesión económica), orientada a la salud y al bienestar personal y social, y que deberá ofrecer
seguridad en los espacios y en las actividades.

Si todos estamos de acuerdo en que el deporte favorece una sociedad más sostenible, es un sector generador de empleo y dinamizador económico, promotor de estilos de vida saludables y que contribuye al ahorro de costes sanitarios, las instituciones públicas, ahora más que nunca, han de promover campañas para incentivar y motivar hacia la práctica deportiva.

¿Qué necesidades se han creado, y cuáles serán las tendencias?

-Si los profesionales sanitarios han cobrado especial protagonismo en esta crisis, ahora será el momento de los profesionales de la actividad física y el deporte, que aporten seguridad y confianza.

-Es una exigencia la práctica de actividades físicas y deportivas de forma segura y supervisada y guiada por profesionales.

-La necesidad de prevención de la salud, requiere más interacción y cooperación entre los sectores de la salud y del deporte.

-La educación física en el contexto educativo, se convierte en una materia curricular de primer orden.

-La información y comunicación por tecnologías y soluciones digitales, será fundamental en las entidades deportivas.

-La certificación o sello de calidad de espacios y actividades deportivas, será una garantía para los usuarios.

-La gobernanza en las administraciones públicas, deberá favorecer la participación y colaboración del tejido deportivo, favoreciendo la colaboración público-privada.

-La reducción del tipo impositivo de IVA es absolutamente necesaria.

-El turismo activo y deportivo, aumentará su demanda, pero deberá mejorar en seguridad, calidad y confort.

-La actividad física y el deporte, pueden ser generadores de proyectos en zonas de interior, en la lucha contra el despoblamiento.

-Mejorará la percepción de los centros deportivos, gimnasios y clubs de fitness, como espacios de encuentro y relación social a través del deporte.

-Es fundamental fomentar un envejecimiento activo, y repensar la función de las residencias de mayores, para favorecer la salud y la convivencia social.

-La sostenibilidad del deporte, nos debe llevar a plantear un nuevo modelo de ciudades activas y saludables.

Esto lo tenemos que superar entre todos, y juntos lo haremos mejor.